*En el Pueblo Mágico de Atlixco el dulce es una tradición arraigada del municipio; su color rosa es un simbolismo de la sangre de Cristo
Jaime López
Atlixco, Pue.- Probarla es una explosión de dulce para el paladar, sin llegar a ser hostigosa. De hecho, si agudizas el sentido del gusto, podrás identificar la esencia de azahar, que es esa flor de naranjo que sirve para equilibrar su sabor edulcorado.
Con una textura similar a las cremitas poblanas, cada uno de sus fragmentos se disuelven gratamente a lo largo y ancho de la boca.
Es la jeripa, catalogada como el dulce típico del municipio de Atlixco, la cual es servida en una cazuela pequeña, “muy coqueta”, que, indudablemente, llama la atención de propios y extraños.
La jeripa tiene un papel estelar el Jueves de Chorpus Christi, porque decenas de familias la ofrecen en sus viviendas, en especial, las que viven en la colonia de San Juan de Dios, región a la que se atribuye su origen.
Se prepara con leche, huevo y harina de arroz, aunque hay quienes sustituyen este último ingrediente por maíz, para que fermente mejor.
Residentes de Atlixco relatan que la planta sagrada heredada por los aztecas (el maíz) es una alegoría o simbolismo de la tierra. También mencionan que la jeripa es una tradición arraigada del municipio, que poco a poco se ha ido recuperando.
Su receta incluye azúcar y colorante vegetal, que es lo que le proporciona su color rosa tradicional, una representación de la sangre de Cristo.
Acerca de su origen, cuenta la leyenda que el dulce surgió en la época novohispana como una respuesta a la fiesta que organizaban las cúpulas religiosas, donde no eran invitados los peones o habitantes de a pie.
Un sentimiento de molestia entre los ciudadanos de escasos recursos, que decidieron crear su propia festividad, junto con la elaboración de los panzones y las mulas, muñecos elaborados en cartonería que representan una sátira de la clase burguesa del siglo XIX.
Actualmente, la jeripa se vende en algunos establecimientos del centro de Atlixco, ya sea en su presentación tradicional o como parte de los tamales, los cuales cuentan 25 pesos la pieza.
